Si bien hemos
sido testigos de un terrible año 2003, lo ocurrido el 11 de Marzo de
2004 superó hasta los mayores presagios de barbarie. Nadie pudo
vaticinar una masacre como la que ocurrió en Madrid. La planificación
y ejecución de una matanza a ciudadanos y ciudadanas, dirigida a
causar un daño aún mayor, fue algo inconcebible y al margen de toda
lógica. No existe fundamento para justificar tal atrocidad, mas que la
de pretender el dolor como vehículo del miedo, e intentar así imponer
el odio sobre el respeto y la tolerancia.
Las
consecuencias fueron diversas. La mayor parte de los ciudadanos se
sintieron en el deber de ejercer su derecho al voto en conciencia,
optando por un cambio de dirección del gobierno tras la gestión que la
derecha había venido haciendo con su plan de retroceso en las
políticas sociales y a favor de las alianzas de mercado y la
especulación, además del cuestionable manejo de la información. El
nuevo panorama político que nos han dejado las elecciones abre las
puertas a la esperanza de las variopintas tendencias sociales. El
cambio en sí mismo representa un refuerzo a la democracia, ya que
ratifica la confianza en el poder de acción de cada uno.
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En esta nueva
etapa la educación, fundamental para llevar a cabo los cambios
sociales, debe aportar, desde nuevas construcciones, nuevos
contenidos, apostando por un modelo participativo en el que enseñar y
aprender acerca de la paz y el conflicto afiance los valores
ciudadanos. Entendemos que el conflicto es inherente al ser humano y
que juega un papel fundamental en la construcción de las relaciones de
una sociedad democrática, aunque en la actualidad es identificado en
sentido negativo como sinónimo de violencia. La paz no será, por
tanto, la ausencia de guerra o de violencia, sino un proceso de
búsqueda de cotas más altas de justicia e igualdad que intenten
eliminar las situaciones de violencia estructural que contribuyen a la
violencia directa. Así, desde nuestro movimiento asociativo tratamos
de poner un especial énfasis en el desarrollo del pensamiento crítico
para analizar la realidad del mundo, promoviendo una acción
constructiva hacia el cambio con el concurso de toda la comunidad.
Guerras y terrorismo son dos caras de la misma moneda, muestra del
fracaso de los hombres y mujeres para solucionar nuestros problemas
como seres humanos, y sin embargo son el caldo de cultivo en el que se
están socializándolas niñas y niños de hoy. Esto hemos querido
representar con la fotografía.
Los esfuerzos
hechos para continuar con nuestra labor de búsqueda y reflexión
educativa las dedicamos en este momento a quienes, como nosotros, el
11 de Marzo partieron hacia su trabajo o lugar de estudio, pero que no
pudieron llegar debido a la perversidad de unos pocos. Nos adherimos
al dolor de sus familiares y amigos con la esperanza de que jamás
vuelva a ocurrir algo semejante.
SUR
Asociación de
Reflexión e Innovación Educativa
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